martes, 17 de agosto de 2010

Senbazuru





Sadako Sasaki (佐々木 禎子 Sasaki Sadako?, 7 de enero de 194325 de octubre de 1955) fue una joven que vivió cerca del puente Misasa en Hiroshima (Japón). El 6 de agosto de 1945 sólo tenía dos años cuando —para terminar con la Segunda Guerra Mundial— Estados Unidos hizo estallar dos bombas atómicas sobre población civil. En el momento de la explosión estaba en su casa, que se encontraba a 1,5 km de la zona cero de la deflagración. Nueve años después, Sadako era una niña fuerte, atlética y con mucha energía. Mientras corría una carrera, empezó a sentirse mal y cayó al suelo. Le fue diagnosticadaleucemia, conocida como «enfermedad de la bomba A».

Su mejor amiga, Chizuko Hamamoto, le recordó una vieja tradición sobre alguien que realizó mil grullas en forma de figuras de papel (origami) (Senbazuru) y gracias a ello los dioses le concedieron un deseo. Con sus propias manos, Chizuko le regaló la primera grulla que realizó en papel dorado y le dijo: «Aquí tienes tu primera grulla». Sadako tenía la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo. Al poco tiempo de empezar su tarea conoció a un niño que le quedaba muy poco tiempo de vida por la misma causa, la leucemia, le animó a que hiciera lo mismo que ella con las grullas pero el niño respondió: «Sé que moriré esta noche».

Sadako pensó que no sería justo pedir la curación sólo para ella, y pidió que el esfuerzo que iba a hacer sirviera para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo.

Con el papel de los botes medicinales y otros que iba encontrando llegó a completar 644 grullas de papel. El avance de la enfermedad impidió que acabase de realizar la tarea, muriendo el 25 de octubre de 1955 (a los 12 años de edad) tras 14 meses de ingreso en el hospital. Sus compañeros de escuela, después de su fallecimiento, llegaron a completar el número, aportando las grullas que faltaron por hacer hasta 1000).

Los compañeros de escuela y amistades pensaron dedicarle un monumento donde se representaría a Sadako sosteniendo una grulla dorada en su mano, también dedicada a todos los niños que murieron a causa de las dos bombas atómicas.

Y por fin, en el Parque de la Paz de Hiroshima fue construida la estatua dedicada a Sadako en 1958, en la base está escrito «Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo». La historia fue tan impactante que trascendió los límites de Japón, convirtiéndose en un referente mundial de los movimientos pacifistas.



2 comentarios:

  1. Égida bendita, es una historia preciosa. Y que los estadojuntitenses sigan dándole excesiva importacia a Pearl Harbor, olvidándose del mal que causaron con las bombas, me entristece.

    P.D.: Creo que tengo el honor de desvirgar este blog.

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  2. Recuerdo haberla leído hace años (y, cuando digo años digo AÑOS) en una recopilación de pequeñas historias, y me enamoré. Hoy, no sé por qué, he visto una grulla de papel y me ha dado por revivir todo eso. Y he llorado, porque olvidé del todo el hecho de que las grullas fueron hechas con proxpectos de medicinas. Dios...

    Sí, es una pena que sólo se nos de un punto de vista en la guerra, que casi siempre es el de los "ganadores" -como si alguien fuera capaz de ganar en una guerra. Nadie quiere a los perdedores, después de todo...

    Y sí, veo que me has desvirgado el blog. Ow, yeah, baby... *cejas*

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