lunes, 22 de agosto de 2011

Cuando la ficción se vuelve real...


¿Alguien ha pensado qué le ocurriría a JK Rowling si, de pronto, paseando por la calle, se encontrara con un chico de rebelde pelo azabache y una cicatriz en forma de rayo junto con un larguilucho pelirrojo y una castaña de enmarañada melena, hablando acerca de un malvado tipo que amenaza su escuela? ¿O a Tolkien si se topara esperando al tren a una extraño grupo de personas demasiado similares a su Comunidad del Anillo hablando sobre su misión de ayudar a su pequeño amigo a destrozar su anillo (este más bien de matrimonio)?
¿Qué pensáis que puede sentirse cuando algo que has escrito se vuelve real, cuando tu inventiva pasa de ser parte de tu mente a ser un hecho que vives y del que formas parte? ¿Pensáis que es algo extraordinario, algo mágico, algo ilusionante?
Pues, siento decepcionarios.
Creedme o no me creáis, pero mi historia se está volviendo real. Crudamente real. Y lo único que siento ahora mismo es un pánico tremendo, una angustia incontrolable, y una sensación de impotencia que me llega a hacer llorar. ¿Sabéis por qué?
Porque, si la realidad sigue el curso de mi historia, dos personas a las que aprecio de corazón van a sufrir mucho más de lo que jamás lo hayan hecho.
Pero, aún peor, es que, por mucho que yo me empeñara en hacer que mi historia acabara en un final feliz nada me asegura que la realidad haga de las suyas y acabe haciendo lo que mejor sabe hacer: destrozar, y destrozar dos vidas de dos personas por las cuales yo daría lo que fuera por ver felices.
En serio, creedme, tengo un miedo horrible a que pase lo peor....
Y un asco a mí misma horrible por no poder hacer nada.
(PSDT: sí, estoy llorando mientras escribo esto. Estoy destrozada)

No hay comentarios:

Publicar un comentario